En De La Gracia creemos que el amor de Dios no se guarda, se comparte. Nacimos con la convicción de que un regalo puede ser mucho más que un detalle: puede transformarse en un puente hacia el Evangelio. Porque cuando un obsequio lleva la Palabra, deja de ser un simple accesorio y se convierte en semilla de vida.
Somos mujeres con múltiples facetas, como tantas otras que equilibran lo práctico con lo creativo, lo ejecutivo con lo sensible. Somos fuerza y ternura, planificación y espontaneidad, arte y propósito. Y en medio de esa diversidad encontramos una verdad que nos une: toda belleza tiene sentido cuando apunta a Cristo.
De La Gracia no es solo una tienda. Es una misión envuelta en arte y excelencia. Creamos piezas con nuestras manos y también seleccionamos con cuidado lo que otros han hecho, porque sabemos que cada detalle puede ser canal de amor. Cada regalo está acompañado por un mensaje, una tarjeta, una frase que recuerda lo eterno. No creemos en lo accesorio vacío, creemos en lo esencial: que el Evangelio se encarne en lo cotidiano.
Cuidamos cada aspecto con dedicación: desde el diseño minimalista que refleja sobriedad y belleza, hasta la calidad de los materiales que honran a Dios con excelencia. Pero no nos detenemos ahí. Pensamos en la experiencia completa, en la emoción al abrir un empaque, en la sorpresa de una dedicatoria, en la cercanía de un mensaje que toca el corazón.
Creemos en los pequeños gestos que tienen gran impacto, en la cultura de dar, en los detalles que sanan y acercan corazones a Jesús. Sabemos que el arte es un lenguaje y lo usamos como un canal para hablar de Dios, porque lo bien hecho habla de su grandeza.
Por eso nacieron nuestras colecciones. Elysia, que representa la elegancia eterna, lo sobrio y luminoso que no pasa con el tiempo. Y Lumina, que respira libertad y autenticidad, con piezas artesanales que celebran lo imperfecto y lo verdadero. Dos caminos distintos que confluyen en un mismo llamado: glorificar a Dios a través de la belleza.
De La Gracia es más que una marca: es un movimiento. Queremos invitarte a regalar con propósito, a compartir la Palabra en lo cotidiano, a sembrar esperanza en quienes amas. Porque estamos convencidas de que hasta el más pequeño detalle puede abrir un camino eterno.
